El Ministerio de Salud Pública reconoció el impacto que tuvo la Cruz Roja Dominicana en el bienestar de cientos de miles de personas que se beneficiaron de los servicios ofrecidos por esa institución humanitaria a través de sus diversas áreas durante el pasado año 2024.
En su boletín oficial, la institución que rige la salud en el país presentó un desglose por áreas de los aportes realizados por la Cruz Roja, entre los cuales se incluyen las atenciones a más de 922,500 personas a través de su Dirección de Socorro y Gestión de Riesgos. Esta dirección fortaleció planes de emergencia en 15 comunidades y distribuyó insumos en respuesta a emergencias, alcanzando a más de 10 millones de personas con acciones preventivas.
Mientras tanto, la Dirección de Salud prestó servicios a 259,157 personas, incluyendo atención médica, nutricional y psicosocial; desarrolló más de 2,200 actividades de promoción de la salud y realizó 4,100 visitas domiciliarias.
Agrega que en el área de Salud Mental se beneficiaron tanto niños como adultos, realizándose encuestas en el núcleo familiar sobre estrés y síntomas psicosociales. En cuanto a salud materna, se desarrolló el proyecto “Bienestar de las jóvenes madres y de los hogares en 10 comunidades vulnerables de la provincia Elías Piña”, que benefició a 362 jóvenes madres. Además, 6,141 niños recibieron nutrientes y se impulsó la campaña de higiene menstrual.
Asimismo, en su publicación del boletín epidemiológico de la Semana 17 del 2025, Salud Pública resaltó que, en el área de Agua, Saneamiento e Higiene (WASH), la Cruz Roja benefició a más de 46,000 personas mediante el monitoreo del agua y la promoción de la higiene, realizando evaluaciones rápidas en 34 comunidades afectadas, con especial atención a las poblaciones vulnerables.
También se distribuyeron 2,908 kits de prevención de enfermedades diarreicas agudas y se eliminaron criaderos de mosquitos en más de 13,000 recipientes inspeccionados.
La Cruz Roja, a través de su Banco de Sangre en sus sedes de Santo Domingo y Santiago, atendió a 64,113 personas y despachó más de 35,000 unidades de hemoderivados, lo que significó una labor titánica de servicios. Además, su laboratorio clínico obtuvo la certificación del Ministerio de Salud, consolidando así su calidad diagnóstica.
Afirma que se llevaron a cabo más de 204,000 asistencias médicas a través de la atención prehospitalaria, utilizando una flota de 143 ambulancias distribuidas en 17 provincias, y fortaleciendo también iniciativas innovadoras como las biciambulancias para áreas de difícil acceso.
Además, a través de su Departamento Nacional de Juventud, la Cruz Roja impulsó el liderazgo juvenil, beneficiando a más de 4,600 jóvenes. Formó a 129 agentes de cambio en temas sociales, ambientales y comunitarios. Para promover la participación de la juventud en espacios decisivos, se realizaron alianzas con organismos internacionales como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
El boletín también destaca el impacto que ha tenido la organización humanitaria en el área de comunicación institucional, la cual alcanzó a más de 695,000 personas a través de sus redes sociales. Se llevaron a cabo campañas de alto impacto como “No me grabes, ayúdame” y “Cruz Roja Acompaña Tus Pasos”, y se elaboraron materiales educativos, manuales, señalética institucional y uniformes para actividades comunitarias y operativas especiales.
La Cruz Roja Dominicana también fortaleció su red de alianzas estratégicas al firmar acuerdos con instituciones públicas y privadas, incluyendo la Cruz Roja Española, Médicos Sin Fronteras, el Senado, el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (INFOTEP) y la Junta Central Electoral.
Asimismo, esta institución recibió donaciones en efectivo, equipos e insumos que fortalecieron la labor humanitaria en todo el país. Entre los principales desafíos y proyecciones se destacan: ampliar y profesionalizar la red de voluntariado, mejorar los sistemas de identificación, fomentar la participación comunitaria desde las filiales y continuar con la modernización institucional para aumentar su capacidad de respuesta frente a emergencias y crisis humanitarias.
Mientras la Oficina Nacional de Voluntariado avanzaba en la carnetización y formación continua de los voluntarios, realizaba intercambios técnicos con otras Sociedades Nacionales.

























