Cada 7 de junio se celebra el Día Mundial de los Derechos del Nacimiento, una fecha que busca visibilizar la importancia de garantizar un nacimiento respetado, consciente y digno, tanto para el bebé como para la madre.
Esta conmemoración pone en el centro del debate temas como el parto humanizado, el contacto piel con piel, la lactancia inmediata, el respeto a los tiempos naturales del alumbramiento y la necesidad de reducir las intervenciones médicas innecesarias durante el nacimiento.
El movimiento que respalda esta efeméride promueve que toda persona tiene derecho a nacer en un ambiente de amor, respeto y seguridad, donde se valoren tanto las necesidades fisiológicas del recién nacido como la experiencia emocional y física de quien da a luz.
Los defensores del parto respetado denuncian prácticas que vulneran estos derechos, como el uso excesivo de cesáreas sin justificación médica, la separación injustificada entre madre e hijo al momento de nacer, y la falta de acompañamiento emocional durante el trabajo de parto.
Finalmente, aunque no es una fecha oficial establecida por organismos como la ONU, su impacto crece año tras año a través de organizaciones civiles, colectivos de parteras, profesionales de la salud y personas que buscan transformar la forma en que el mundo recibe a sus nuevos miembros.























