El infectólogo Robert Paulino alertó sobre el repunte de enfermedades como la hepatitis B y la malaria en República Dominicana, durante una entrevista en el programa Solo para Mujeres con Zoila Luna, transmitido por Zol 106.5 FM.
El especialista explicó que la hepatitis A y B siguen siendo altamente prevalentes en el país, especialmente en zonas tropicales. Indicó que el 91% de los dominicanos han estado en contacto con el virus de la hepatitis A en algún momento de su vida, mayormente durante la infancia. Ambas formas tienen vacuna, a diferencia de la hepatitis C, cuya prevención es más compleja.
Paulino relacionó parte del repunte de estas enfermedades con la interrupción de esquemas de vacunación tras la pandemia, sumado a la creciente reticencia de ciertos sectores a las vacunas. “En América Latina, siempre fuimos modelo en vacunación, pero hoy vemos brotes como el de sarampión en México”, advirtió.
En cuanto a la malaria, detalló que la enfermedad no es causada por virus sino por un parásito transmitido por el mosquito anófeles, común en zonas rurales. A diferencia del dengue, que se da en áreas urbanas y es propagado por el Aedes aegypti, la malaria se está concentrando actualmente en provincias del sur como San Juan y Azua.
El doctor explicó que el 27% de los casos de malaria este año están asociados a personas de origen haitiano, aunque la mayoría de los infectados siguen siendo dominicanos. Añadió que factores como el mal manejo de residuos, criaderos de mosquitos y la automedicación complican aún más la situación.
Sobre los síntomas, advirtió que la malaria presenta fiebres cíclicas cada tres días, lo que puede confundir al paciente y llevarlo a descartar la gravedad. Además, la fiebre puede alcanzar hasta 40 grados y producir complicaciones neurológicas, especialmente en niños.
En el caso de la hepatitis B y C, Paulino advirtió que ambas pueden volverse crónicas y derivar en enfermedades graves como cirrosis hepática y cáncer de hígado. La hepatitis B, además, puede transmitirse por contacto sexual y de madre a hijo durante el parto. La hepatitis C, por su parte, suele propagarse a través de utensilios contaminados con sangre.
Finalmente, el experto hizo un llamado a reforzar las medidas preventivas como la vacunación, el uso de repelentes efectivos —como el aceite de citronela—, la higiene comunitaria y el seguimiento médico ante síntomas persistentes.























