La psicóloga Roxane Cohen Silver, profesora de la Universidad de California en Irvine, comenzó a notar hace más de dos décadas los efectos dañinos de los medios en la salud psicológica. Desde el tiroteo de Columbine en 1999 hasta los atentados del 11 de septiembre, sus investigaciones han demostrado que un consumo excesivo de noticias sobre tragedias puede generar más síntomas de estrés que estar en el lugar de los hechos.
Cómo las noticias activan la respuesta al estrés
Los expertos explican que los seres humanos están programados para detectar amenazas. Al exponerse a titulares alarmantes o imágenes violentas, el cuerpo libera cortisol y adrenalina, hormonas que preparan para el “ataque o huida”. Sin embargo, la exposición repetida mantiene ese sistema encendido, lo que a largo plazo desgasta al organismo y afecta la motivación, el sueño y el disfrute de actividades cotidianas.
Investigadores como Sara Jo Nixon, de la Universidad de Florida, señalan que este ciclo constante puede generar fatiga, ansiedad y pérdida de interés en la vida diaria.
El impacto de las imágenes violentas en redes sociales

Tras el atentado del Maratón de Boston en 2013, Silver y su equipo descubrieron que las personas que consumieron más imágenes violentas reportaron síntomas de estrés postraumático meses después, incluso más que quienes estuvieron físicamente en la zona del ataque. Con el auge de las redes sociales, donde circulan imágenes sin filtros editoriales, este fenómeno se intensificó.
Estudios posteriores sobre la pandemia de COVID-19, huracanes, brotes de ébola y desastres naturales confirman el mismo patrón: la exposición constante a noticias traumáticas incrementa la ansiedad y mantiene vivo el trauma en la mente de los espectadores.
El ciclo de la “doomscrolling”
Silver también investigó la masacre en el club Pulse en 2016 y halló un ciclo difícil de romper: la gente lee una noticia perturbadora, siente angustia, busca más información y queda atrapada en un círculo de consumo que agrava su malestar. Este patrón, conocido como doomscrolling, afecta especialmente a quienes ya son vulnerables al miedo o se identifican con las víctimas.
Cómo consumir noticias de manera saludable
Los investigadores recomiendan estrategias simples: limitar el tiempo de exposición a la información, evitar imágenes gráficas, establecer horarios fijos para informarse y prestar atención a las señales físicas de estrés mientras se consumen noticias.
- Silver, por ejemplo, asegura que se cubre los ojos ante imágenes violentas para protegerse psicológicamente sin dejar de informarse. “Tomo mi investigación muy en serio en mi propia vida”, afirma.