Estados Unidos enfrenta desde este 01 de octubre de 2025 su primer cierre administrativo en casi siete años, luego del fracaso del Congreso en aprobar el presupuesto para el nuevo año fiscal.

La parálisis refleja divisiones profundas sobre el gasto público, la salud y la sostenibilidad de la deuda, que ya supera los 34.5 billones de dólares, equivalente a más del 120 % del PIB.

  • Aunque el Partido Republicano controla ambas cámaras, no consiguió los 60 votos necesarios en el Senado para avanzar con su propuesta.

Según recogen medios de Estados Unidos, los demócratas rechazaron la iniciativa al considerarla insuficiente en materia de salud, ya que no incluía la extensión de créditos fiscales para seguros médicos ni revertía recortes a Medicaid y otras agencias. El presidente Donald Trump defendió la medida al señalar que un shutdown es “una oportunidad para reducir permanentemente la burocracia”.

Déficit

El déficit de 2024 alcanzó los 1.8 billones de dólares, equivalente a un 6.5 % del PIB, presionado por mayores intereses de la deuda y el gasto social. Ante la falta de acuerdo, cerca de 750 mil empleados federales quedan en licencia sin sueldo, mientras millones más deben trabajar sin paga en servicios esenciales como defensa, salud y seguridad social.

El impacto es desigual. La seguridad nacional, el control aéreo y la patrulla fronteriza continúan en operación, aunque con retrasos en pagos.

En cambio, programas de alimentación, educación temprana y museos como los del Smithsonian suspenden sus actividades. También se detienen informes clave de agencias de estadísticas, como el reporte mensual de empleo, lo que limita datos para evaluar la economía.

La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) recuerda que el shutdown de 2018-2019 generó pérdidas de 11,000 millones de dólares, de los cuales 3,000 millones nunca se recuperaron.

Para esta ocasión, analistas calculan que el cierre podría restar entre 0.1 y 0.2 puntos porcentuales de crecimiento por cada semana que se prolongue. La incertidumbre se suma a nuevos aranceles, como un 100 % a productos farmacéuticos y un 25 % a camiones pesados.

Impacto en RD

En República Dominicana, el efecto inmediato es mínimo. La economía estadounidense seguirá operando y servicios esenciales como remesas y pagos de seguridad social no se detienen. Solo un shutdown prolongado podría impactar de manera indirecta con retrasos en el turismo, volatilidad cambiaria o ajustes en la confianza del consumidor norteamericano.

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