La noche del martes, la Plaza del Pilar se transformó en una inmensa pista de baile al ritmo del Padre Guilherme, el sacerdote conocido como el “Cura DJ”, que ha revolucionado la manera de conectar la fe con la música moderna.
Fe, ritmo y alegría
Con su inconfundible alzacuellos y auriculares, el Padre Guilherme mezcló himnos religiosos, pop y música electrónica, provocando una explosión de energía entre los asistentes.
- Miles de personas —jóvenes, familias y adultos mayores— saltaron, cantaron y se emocionaron en un ambiente de celebración que unió generaciones y derribó prejuicios sobre la forma de vivir la espiritualidad.

Una experiencia que une
El sacerdote brasileño, que ha ganado popularidad en redes sociales por su innovadora forma de evangelizar, aseguró que su objetivo es mostrar que la fe también puede bailarse.
- “La alegría también es un acto de oración”, expresó al cierre del espectáculo, mientras el público lo aplaudía con entusiasmo.
La velada, marcada por luces, música y un mensaje de esperanza, dejó claro que la religión y la cultura pop pueden convivir en perfecta armonía.
