La doctora Nicol Martínez, radióloga, explicó en Cátedra Médica que la mamografía continúa siendo el “estándar de oro” para la detección temprana del cáncer de mama. Explicó que el estudio, además de ser rápido y económico, permite identificar lesiones antes de que sean palpables, lo que puede marcar una gran diferencia en el pronóstico de las pacientes.
De acuerdo con la especialista, la mamografía convencional o 2D ofrece resultados precisos con una exposición mínima a radiación. Su costo relativamente bajo y la facilidad para acceder al procedimiento hacen que sea la herramienta más utilizada a nivel mundial para el tamizaje mamario.
Importancia de la detección temprana
Martínez destacó que la eficacia de la mamografía radica en su capacidad de descubrir anomalías que aún no se pueden sentir mediante el tacto. Detectar una lesión en etapas iniciales reduce significativamente la necesidad de tratamientos más invasivos y mejora las probabilidades de recuperación completa.
“La mamografía es el estándar de oro del diagnóstico temprano del cáncer de mama. No estamos tratando de minimizar lo que sienten las pacientes cuando se hacen una mamografía, aunque hay métodos que pueden ayudar. Pero es el estudio más accesible, barato y con un diagnóstico preciso a bajo costo”, afirmó Martinez
Lesiones imperceptibles que salvan vidas
- Asimismo, subrayó que el verdadero valor del examen está en detectar microcalcificaciones, pequeñas alteraciones de apenas dos milímetros que pueden ser el primer indicio de un cáncer en desarrollo.
“Lo más importante que ella hace es que detecta lesiones cuando todavía no son palpables. Y eso hace toda la diferencia entre una paciente que va a tener un buen pronóstico y una que no necesariamente lo tenga. Nunca es lo mismo detectar una microcalcificación de 2 mm que una lesión grande que requiera retirar toda la mama”, explicó Martínez.
Reducción de mortalidad y tratamientos más simples
- Según la doctora, cuando el diagnóstico se realiza en etapas iniciales, las probabilidades de superar la enfermedad son muy altas. Además, la intervención médica puede limitarse a procedimientos menos invasivos, evitando tratamientos prolongados como quimioterapia o radioterapia.
“Una paciente que se hace un diagnóstico con una mamografía de una lesión que esté en etapa cero o uno tiene 95% de probabilidad de que salga nítido de todo eso. Eso es lo que uno quiere con la paciente”, sostuvo.
La radióloga reiteró que la educación y la conciencia sobre la importancia de los chequeos periódicos son fundamentales. Aseguró que promover el acceso a mamografías de calidad permite detectar el cáncer de mama en su fase más temprana debido a que las opciones de tratamiento son más efectivas y las posibilidades de curación superan el 90%.