LOS ÁNGELES.– Un hombre y su hijo, residentes de Alabama, fueron acusados de traficar más de 300 armas de fuego, junto con cientos de municiones y cargadores, tras ser detenidos en la frontera con México, informó este martes el Departamento de Justicia de EE. UU.
Se trata de Emilio Ramírez Cortés, de 48 años, ciudadano mexicano con residencia legal en Estados Unidos, y su hijo Edgar Emilio Ramírez Díaz, quienes fueron arrestados el pasado 23 de octubre en el puerto Juárez-Lincoln, en Laredo, Texas, según la denuncia.
La acusación indica que Ramírez Díaz conducía una Chevrolet Tahoe con placas de Alabama, mientras su padre lo seguía en una Chevrolet Silverado con placas mexicanas.
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Armas camufladas en paredes falsas
Durante la inspección, las autoridades descubrieron paredes falsas en ambos vehículos, utilizadas para ocultar 300 rifles y pistolas, además de municiones y cargadores de diversos calibres. Ambos automóviles remolcaban tráileres cerrados que llamaron la atención de los agentes federales.
Los documentos judiciales señalan que los acusados contrabandeaban armas y artículos relacionados a cambio de pagos, repitiendo estas operaciones en múltiples ocasiones.
Padre e hijo enfrentan varios cargos por contrabando de armas de fuego, municiones, cargadores y otros accesorios, así como tráfico ilegal de armas.
«Interrumpir el flujo ilegal de armas hacia México es clave en nuestro enfoque integral para desmantelar los carteles», afirmó la fiscal de EE.UU., Pam Bondi, en un comunicado.
Una audiencia en este caso está programada para el 31 de octubre.


























