La caída del cabello tras el COVID-19 y el postparto encabezan actualmente las principales consultas de salud capilar, según explicó la médica dermatóloga y tricóloga Jaisy Reinoso, especialista en piel y cabello, en el programa Solo Para Mujeres, transmitido por Zol 106.5.
La experta detalló que el virus desencadena un proceso inflamatorio que altera el ciclo del cabello, provocando caída masiva tres meses después de la infección, incluso en personas que no experimentaron estrés emocional. “Aunque muchos pacientes dicen que no tuvieron ansiedad, igual presentaron caída. El COVID activa células inflamatorias que afectan el ciclo capilar”, afirmó.
Reinoso también explicó que el posparto es otra causa importante de pérdida de cabello. Durante el embarazo, la carga hormonal hace que las hebras se caigan menos de lo normal, pero tras el nacimiento ocurre un descenso hormonal que provoca caída significativa —también alrededor de los tres meses después del parto—, y que suele ser temporal.
“Es el famoso efluvio telógeno postparto. Incluso sucede en el bebé, no solo en la madre”, precisó la especialista.
La doctora aclaró que perder hasta 100 hebras al día entra dentro de lo esperado, especialmente si el cabello no se desenreda diariamente, como ocurre en personas con rizos, donde la caída se acumula y parece mayor en los días de lavado. Sin embargo, advirtió que cuando aparecen claros, debilitamiento extremo o afinamiento visible, se necesita evaluación médica.
Sobre el cuidado, Reinoso recomendó proteger la hebra antes del lavado con un pre-shampoo (aceites o mascarillas de medios a puntas), para reducir el daño mecánico del champú. No obstante, hizo énfasis en que los aceites no son recomendables en el cuero cabelludo con caspa o grasa.
También recordó que el sol, el calor excesivo, los alisados y las decoloraciones aceleran el deterioro de la fibra capilar, y que un mejor estilo de vida —buena alimentación, manejo del estrés y sueños adecuados— impacta directamente en la salud del cabello.
Finalmente, la dermatóloga confirmó que existen tratamientos efectivos cuando la caída es persistente, como el plasma rico en plaquetas (PRP) para estimular el crecimiento capilar, siempre bajo supervisión médica.




























