Un panel internacional de especialistas advierte que modificar los patrones alimentarios a escala mundial podría mitigar problemas ambientales, económicos y sanitarios. El equipo reveló un modelo de dieta global cuyo eje central son los alimentos de origen vegetal, complementados con pescado y pollo, como base para un sistema alimentario más sostenible y resistente.
Según el informe, los hábitos actuales están detrás del incremento de enfermedades como la diabetes, los trastornos cardiovasculares y la obesidad. Al mismo tiempo, destacan que el sistema alimentario vigente acelera el calentamiento global, contamina las fuentes hídricas y profundiza la desigualdad: más de la mitad de la población mundial tiene dificultades para acceder a una alimentación adecuada.
Para revertir esta tendencia, los investigadores proponen limitar drásticamente el consumo de carne roja, sal y azúcar. Calculan que transformar el sistema alimentario global podría requerir entre 200.000 y 500.000 millones de dólares anuales.
Cambios estructurales en la producción y políticas de incentivo
El documento también subraya la necesidad de reducir en un tercio la producción de carne de rumiantes, mientras que la oferta de frutas, verduras y frutos secos debería aumentar alrededor de un 63 %. Para lograr esta transición, sugieren implementar una serie de medidas, entre ellas:
- Impuestos adicionales para los alimentos considerados nocivos.
- Subsidios destinados a favorecer la producción y el acceso a opciones más saludables.
Los expertos sostienen que solo una reforma profunda del sistema alimentario permitirá avanzar hacia un futuro más equitativo y sostenible.
Fuente: RT