El presidente de la Asociación Nacional de Pacientes Trasplantados de Riñón y Hemodiálisis (ANTRA), Ramón Fondeur, destacó este lunes en el espacio de Cátedra Médica la importancia de esta entidad como un espacio de acompañamiento, orientación y defensa para las personas que viven con trasplantes renales o que dependen de tratamientos de hemodiálisis en el país.
“Nos hemos convertido en un paño de lágrimas para nuestros afiliados y sus familias, porque cuando falta un medicamento o surge una emergencia, somos los primeros en recibir sus llamadas y buscar soluciones”, expresó Fondeur.
Un espacio nacido de la necesidad y la experiencia
Fondeur explicó que ANTRA surge como una respuesta directa a las dificultades que enfrentan los pacientes trasplantados y dializados para acceder a los medicamentos y tratamientos que garantizan su estabilidad. Según dijo, la organización busca orientar, educar y acompañar a quienes viven con esta condición, así como a sus familias.
Indicó que antes de fundar la asociación, muchos pacientes se encontraban desprotegidos ante la falta de información y la intermitencia en el suministro de fármacos de alto costo. “Cuando un paciente recibe un trasplante, debe entender que ese órgano es prestado. Hay que cuidarlo, porque no dura toda la vida como uno propio”, señaló el dirigente.
- El propio Fondeur relató que es paciente trasplantado desde hace cinco años, tras recibir un riñón donado por una prima hermana, y que esta experiencia personal le permitió comprender de primera mano la vulnerabilidad que enfrentan miles de personas en condiciones similares.
Canal de ayuda para pacientes y familiares
El presidente de ANTRA explicó que la asociación realiza reciclaje y redistribución de medicamentos, gestiona ayudas ante el Programa de Medicamentos de Alto Costo y mantiene comunicación directa con las autoridades del Ministerio de Salud Pública para evitar retrasos en los tratamientos.
“Cuando el medicamento no aparece, llamamos a los directores correspondientes. Si no hay respuesta, vamos y protestamos. Nuestro deber es garantizar que el tratamiento llegue a tiempo, porque cada día sin medicación pone en riesgo la vida de un paciente trasplantado”, advirtió.
Asimismo, destacó que el organismo funciona como canal de enlace entre pacientes, instituciones y donantes, permitiendo que se establezcan redes de apoyo solidario en todo el país. “Muchos acuden a nosotros para saber cómo pueden colaborar o cómo ayudar a un familiar que necesita un trasplante o está en hemodiálisis”, explicó.
Compromiso institucional y atención al público
Fondeur informó que la asociación está legalmente constituida, con su registro nacional de contribuyente (RNC) y todos los requisitos establecidos por la ley. Su sede se encuentra en la avenida Isabel Aguiar No. 112, local 202, en Santo Domingo Oeste, y cuenta con el teléfono 809-530-3501 para consultas y asistencia.
Desde ese espacio, ANTRA ofrece orientación médica y emocional, canaliza donaciones, organiza encuentros informativos y promueve campañas de concienciación sobre la donación de órganos.
El dirigente reiteró que la misión de la asociación va más allá de la entrega de medicamentos: busca crear una comunidad solidaria que abrace a los pacientes y sus familias en todo el proceso de tratamiento o recuperación.

Esperanza y acompañamiento
Ramón Fondeur concluyó destacando que la asociación representa un refugio de esperanza y solidaridad para quienes enfrentan enfermedades renales crónicas.
- “Nos hemos convertido en una necesidad real para este sector. No solo damos apoyo médico, sino también emocional y humano. Sabemos lo que es vivir con un órgano prestado y por eso luchamos cada día para cuidar la vida de quienes dependen de él”, afirmó.
La Asociación Nacional de Pacientes Trasplantados y en Hemodiálisis reafirma así su compromiso de seguir educando, acompañando y defendiendo los derechos de una población que, aunque vulnerable, demuestra cada día su fuerza y determinación por vivir con dignidad.