Residencia musical de Bad Bunny en el Coliseo de Puerto Rico
El cantante urbano Bad Bunny continúa con éxito su residencia musical “No me quiero ir de aquí”, en el Coliseo de Puerto Rico, como parte de la gira promocional de su álbum “Debí tirar más fotos”. El artista realizó el pasado sábado su quinta presentación de las 30 pautadas hasta septiembre, antes de iniciar su gira internacional en República Dominicana.
Funciones Exclusivas para el Público Boricua
Las funciones han sido dirigidas exclusivamente al público boricua, con boletería distribuida por provincias. Sin embargo, también han asistido puertorriqueños desde la diáspora y algunos seguidores de otras nacionalidades.
Desde el inicio del espectáculo, el artista resaltó sus raíces, presentando un montaje escenográfico inspirado en el campo puertorriqueño, con músicos y bailarines vestidos con trajes típicos. El show abrió con el tema “Alambre púa”, seguido de una mezcla de géneros que incluyó plena, salsa, bolero y reguetón.
Momentos Destacados del Concierto de Bad Bunny
Uno de los momentos más destacados fue el uso de una casa a tamaño real en el escenario, donde Bad Bunny interpretó canciones más urbanas, como “El apagón”, en un ambiente que evocó fiestas caseras. El cantante también compartió mensajes de identidad cultural, afirmando que “siempre será puertorriqueño donde sea que esté”.
La presentación incluyó transiciones teatrales con el personaje animado del sapo Concho y el actor Jacobo Morales, quienes, a través de diálogos proyectados en pantalla, abordaron temas como la nostalgia, el desplazamiento y los cambios en la isla. Además, Bad Bunny interpretó boleros, salsa de los años 70 y canciones emblemáticas de su repertorio.
Durante la velada, el artista rindió homenaje a la música tradicional y presentó a grupos como Los Pleneros de la Cresta y Los Sobrinos, jóvenes exponentes de la salsa. El concierto cerró con “La mudanza”, tema dedicado a sus padres, y un mensaje de agradecimiento al público.
Residencia Musical de Bad Bunny en Puerto Rico
La residencia musical, que se extenderá hasta septiembre, ha impulsado la llegada de visitantes a la isla y consolidado la posición de Bad Bunny como referente cultural y musical en Puerto Rico y el mundo.



























