DENVER (AP) — Los Nuggets le dieron a Nikola Jokic lo que quería en esta temporada muerta, añadiendo el tipo de profundidad que presumían los Oklahoma City Thunder cuando sobrevivieron a una serie de segunda ronda a siete juegos ante Denver en su camino al campeonato de la NBA.

La recompensa esperada no es solo una rotación más amplia y piernas más frescas para los playoffs, sino también una colosal extensión de contrato para su superestrella el próximo verano.

Jokic dejó pasar la oportunidad de firmar este verano un acuerdo por cuatro años y 212 millones de dólares porque el próximo año puede firmar esa misma extensión de cuatro años por 293 millones.

“Quiero decir, no pienso en eso”, dijo Jokic. “Creo que esas extensiones de contrato llegan como una recompensa, como algo natural en el deporte. Especialmente en la NBA de hoy, cuando ves cómo está creciendo el tope salarial y todo lo demás”.

Aunque Jokic, quien entra en el tercer año de su contrato supermáximo de cinco años y 276 millones de dólares, no dijo directamente si tiene intención de firmar la extensión en 2026, sí afirmó: “Mi plan es ser un Nugget para siempre”.

Jokic parece energizado por los cambios que hicieron los Nuggets en esta temporada baja, cuando retiraron la etiqueta de interino al entrenador David Adelman, reemplazaron al gerente general Calvin Booth con el dúo de Ben Tenzer y Jonathan Wallace, y añadieron a varios veteranos tras el traspaso de Michael Porter Jr. a los Brooklyn Nets.

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