La actriz estadounidense Isabelle Tate, quien debutó recientemente en la serie 9-1-1: Nashville, falleció el 19 de octubre a los 23 años, según confirmó su familia en un obituario publicado en Tennessee.
Una vida marcada por el talento y la resiliencia
Nacida y criada en Tennessee, Tate fue descrita por sus allegados como una joven “llena de fuego, compasión y determinación”. Desde niña mostró una profunda sensibilidad artística, escribiendo y grabando canciones con sus amigos, y dedicando su tiempo al voluntariado y causas sociales.
A los 13 años fue diagnosticada con una enfermedad neuromuscular progresiva que la llevó a usar silla de ruedas, pero nunca permitió que su condición definiera su vida. En una publicación de 2022 escribió: “Ha sido un viaje difícil… pero elijo abrazarlo y no dejar que me defina”.
Su agencia de representación, McCray Agency, expresó en redes sociales:
- “Estamos profundamente tristes por la partida de Isabelle. La conocí desde que era adolescente y recientemente había retomado la actuación. Obtuvo su primer papel para el que audicionó y lo disfrutó mucho.”
Su legado y primeros pasos en la actuación profesional
En 9-1-1: Nashville, Isabelle interpretó el papel de Julie, compartiendo escena con LeAnn Rimes y Chris O’Donnell en el episodio estrenado el 9 de octubre. Su debut marcó el inicio de una prometedora carrera artística que quedará inconclusa, pero que reflejó su determinación, creatividad y espíritu solidario.
- Quienes la conocieron aseguran que Isabelle “irradiaba luz y propósito”. Le sobreviven su madre, Katerina Kazakos Tate; su padre, John Daniel Tate; su padrastro, Vishnu Jayamohan; y su hermana, Daniella Tate.
Su memoria queda como símbolo de superación y amor por el arte, recordada tanto por su talento como por su capacidad de inspirar a otros a no rendirse frente a la adversidad.




























