La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunció que, a partir del 12 de diciembre, iniciará un nuevo ciclo de compras de letras del Tesoro con el objetivo de estabilizar la liquidez del mercado monetario y mantener el control efectivo sobre su tasa de referencia.
Según informó el banco central, estas operaciones forman parte de un programa técnico de manejo de reservas y no representan un cambio en la postura general de política monetaria.
De acuerdo con la Federal Reserve, las adquisiciones comenzarán con un volumen aproximado de 40,000 millones de dólares mensuales, enfocados exclusivamente en instrumentos de muy corto plazo. La institución explicó que este ritmo inicial responde a la necesidad de reforzar el nivel de reservas bancarias tras recientes episodios de tensión en los mercados de liquidez.
La Fed indicó que el programa está diseñado para mantener reservas amplias dentro del sistema financiero, evitando distorsiones como las observadas en semanas previas.
Cómo funcionarán las compras
Además, anticipó que el volumen de compras será elevado durante los próximos meses debido al aumento proyectado de pasivos no relacionados con reservas hacia abril, momento en el que históricamente se produce presión adicional por los pagos tributarios federales.
Según estimaciones del organismo, después de este periodo de mayor demanda, el monto mensual de compras debería descender gradualmente hasta estabilizarse en un rango estructural de 20,000 a 25,000 millones de dólares. Este ajuste busca mantener la liquidez suficiente sin expandir de manera innecesaria el balance general de la institución.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, reiteró que estas adquisiciones tienen un carácter exclusivamente operativo. Aseguró que no deben interpretarse como un estímulo monetario, ya que la orientación de la política se sigue definiendo por la tasa de referencia. “La prioridad sigue siendo controlar la inflación y sostener el empleo”, recordó Powell.
Este nuevo ciclo llega inmediatamente después de que la Fed diera por concluido el proceso de reducción de su balance, conocido como ajuste cuantitativo. Desde 2022, la institución había permitido el vencimiento de una porción significativa de sus bonos del Tesoro y valores hipotecarios, reduciendo su balance de 9 billones a 6.6 billones de dólares, según los datos oficiales.
La pausa en esa reducción respondió a señales crecientes de tensión en los mercados de corto plazo. Durante octubre, varias tasas monetarias comenzaron a mostrar movimientos irregulares, mientras entidades financieras elevaron su demanda por la facilidad de repos permanente de la Fed, mecanismo que provee liquidez inmediata.
Estas señales, explicó la institución, indicaban que las reservas estaban acercándose a niveles demasiado bajos.
Finalmente, la Fed recordó que calcular el punto exacto en que las reservas se vuelven insuficientes es un proceso complejo y difícil de medir.
Por ello, el reinicio de compras y el uso de herramientas como la facilidad de repos permanente forman parte de un enfoque más prudente para evitar episodios de inestabilidad como los de 2019, cuando una reducción abrupta de liquidez provocó fuertes saltos en las tasas de corto plazo.

























