El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó al alza su previsión de crecimiento para China en 2025, que ahora sitúa en el 4,8 %, ocho décimas más que en su estimación de abril, pese a los efectos de la guerra comercial con Estados Unidos.
En su último informe de perspectivas económicas para Asia-Pacífico, que fue presentado este viernes en Hong Kong, el organismo también anticipa una expansión del 4,2 % para el gigante asiático en 2026, dos puntos porcentuales por encima de la proyección anterior.
El FMI atribuye el ajuste para este año al «efecto de los estímulos fiscales» y a la resiliencia de las exportaciones chinas pese a las tensiones comerciales con Estados Unidos gracias, en parte, a una diversificación de los destinos.
«Las fricciones comerciales con Estados Unidos (…) han contribuido al aumento del comercio intrarregional. Las exportaciones de China a EE.UU., como proporción de sus exportaciones totales, han seguido disminuyendo, siguiendo la tendencia de diversificación iniciada en 2018, mientras que la participación de los socios comerciales asiáticos ha aumentado», ilustra el documento.
El FMI destacó, por ejemplo, la «redirección de bienes intermedios» procedentes de China hacia la ASEAN (la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático) para su procesamiento posterior.
En ese contexto, el organismo precisó que las previsiones para la economía china para 2025 y 2026 son «más altas en relación con el escenario de abril, dado que los aranceles efectivos resultaron inferiores a los inicialmente previstos para la mayoría de las economías».
Sin embargo, el informe subraya que la economía china sigue lastrada por la «debilidad del consumo interno», la crisis del sector inmobiliario y las «presiones deflacionarias», factores que continúan limitando la recuperación de la demanda doméstica.
El FMI advierte de una desaceleración del crecimiento potencial a medio plazo, derivada del envejecimiento poblacional, un mal que aqueja a varios países de la región, y de la consiguiente «decreciente mano de obra».
En su análisis de riesgos, el organismo estima que un escenario de nuevos incrementos arancelarios por parte de Washington podría restablecer hasta 1,3 puntos porcentuales al PIB chino en el corto plazo.
El FMI recomienda a Pekín reforzar las políticas de estímulo dirigidas a impulsar el consumo y mejorar la eficiencia en la asignación del capital, al tiempo que pide avanzar en reformas estructurales que reduzcan los desequilibrios del mercado inmobiliario.
«Aunque China ha refinanciado parte de la deuda de promotores y vehículos de financiación local, se necesita más trabajo para reestructurar aquellas entidades no viables», indica el documento.
Aun así, el Fondo considera que Asia, y especialmente China e India, continuarán siendo los principales motores de la economía mundial, con una contribución conjunta que rondará el 60 % del crecimiento global durante 2025 y 2026. EFE


























