Fujitsu asegura que la incorporación de una unidad de DVD en su nuevo FMV Note A77-K3 no es un paso atrás, sino una alternativa para quienes todavía dependen de los discos físicos.
- Según la compañía, aún existe un grupo de usuarios que utiliza este formato para instalar programas o hacer copias de seguridad, un público que la industria tecnológica dejó casi en el olvido.
Un portátil que desafía las tendencias
Mientras la mayoría de los fabricantes apuesta por la simplicidad y la ligereza, Fujitsu se separa de la corriente con un equipo que destaca por su amplia conectividad.
- El A77-K3 ofrece puerto USB4, varios USB 3.2, ranura SD completa, salida HDMI, conexión LAN Gigabit y soporte para WiFi 7, una combinación poco común en los portátiles actuales y pensada para entornos profesionales o domésticos que exigen versatilidad.

Seguridad y diseño clásico
La compañía también pone especial atención en la seguridad y la privacidad. Su cámara web, aunque modesta, integra reconocimiento facial compatible con Windows Hello y un obturador físico que permite cubrirla cuando no se usa, una medida que no suele verse en equipos con lector óptico.
El teclado conserva un diseño tradicional con teclado numérico y botones de acceso rápido a funciones como Internet o el asistente FMV, pensado para usuarios que prefieren una experiencia más cómoda y familiar frente a los teclados compactos de los modelos ultraligeros.
Más peso, pero también más opciones
Con 1,9 kilogramos de peso, el A77-K3 no busca competir con los portátiles más livianos del mercado —como el modelo de 634 gramos que la propia Fujitsu ofrece—, sino ofrecer funcionalidad y compatibilidad por encima de la portabilidad extrema.

La apuesta de la marca japonesa deja claro que, pese a la evolución hacia dispositivos ultradelgados y totalmente dependientes de la nube, todavía hay espacio para equipos que combinan lo nuevo con lo clásico, manteniendo vivas tecnologías que muchos daban por desaparecidas.
El lugar que ocupa hoy el DVD
Durante años, el DVD fue el formato dominante para almacenar películas, programas y software, con una capacidad de hasta 4,7 GB por disco. Su bajo costo y facilidad de uso lo convirtieron en un recurso esencial en hogares, escuelas y oficinas.
Sin embargo, la llegada de memorias USB, discos externos y almacenamiento en la nube redujo su presencia de forma drástica. Hoy, su uso se limita a contextos específicos, especialmente en regiones con conectividad limitada o donde se valora conservar los materiales en formato físico.