La obra Retrato de Elisabeth Lederer, del célebre pintor austríaco Gustav Klimt, alcanzó este martes un precio de 236 millones de dólares en una subasta organizada por Sotheby’s en Nueva York, convirtiéndose en la pieza de arte moderno más cara jamás subastada. La venta también marcó un nuevo récord tanto para el artista como para la reconocida casa de subastas.
El cuadro, uno de los más destacados de la colección del magnate de la cosmética Leonard Lauder, salió a la puja con un precio inicial de 130 millones de dólares.
Se desató entonces una intensa competencia entre seis compradores, prolongando la subasta durante unos 20 minutos hasta que finalmente se adjudicó la obra a un postor cuya identidad se mantiene en reserva.

Dos años creando la obra
Pintado entre 1914 y 1916, el retrato destaca por su monumentalidad, su valor histórico y su trayectoria. La pieza fue confiscada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, posteriormente recuperada por los descendientes de la retratada —una familia cercana a Klimt— y más tarde adquirida por Leonard Lauder en la década de 1980.
Referente en el mercado
Con esta venta, la obra se posiciona como un referente en el mercado del arte internacional, reafirmando la vigencia y el atractivo de la obra de Klimt más de un siglo después de su creación.
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