Leópolis (Ucrania).- En medio de la expectativa por la reunión de este fin semana entre el presidente ucraniano Volodímir Zelenski y el presidente de EEUU, Donald Trump, Ucrania ha iniciado preparativos para celebrar elecciones presidenciales.
Un grupo de trabajo formado por representantes de varios partidos -de acuerdo con las instrucciones de Zelenski- ha celebrado su primera reunión para discutir los obstáculos legales, de seguridad y organizativos.
Según Zelenski, Ucrania podría celebrar de forma simultánea las elecciones y un referéndum sobre el documento de 20 puntos desarrollado conjuntamente por Ucrania y Estados Unidos y cualquier eventual concesión territorial a Rusia.
Celebrar las elecciones en tiempos de guerra ha sido una opción impopular en Ucrania, rechazada por todas las principales fuerzas políticas, y requeriría cambiar la legislación.
Sin embargo, ante la insistencia de Trump, Kiev se ha abierto recientemente a la idea, en lo que se percibe como un intento de privar a Moscú y Washington del argumento de que el gobierno ucraniano es ilegítimo.
Dificultades
Los miembros del grupo de diputados y representantes de la sociedad civil, encabezado por el primer vicepresidente del Parlamento ucraniano, Oleksandr Kornienko, coinciden en que Ucrania se enfrentará a importantes dificultades para garantizar la seguridad y legitimidad de las posibles elecciones.
Con hasta 7,5 millones de ciudadanos en el extranjero y un millón sirviendo en el ejército, sería un desafío garantizarles a todos el derecho al voto, según la Comisión Electoral Central.
Miles de centros de votación están destruidos u ocupados y los ataques rusos podrían disuadir a los votantes y a los observadores internacionales de participar.
También sería necesario verificar los datos de millones de ucranianos desplazados internamente para introducirlos en el registro de votantes, señaló David Arajamia, jefe del grupo parlamentario del partido Servidor del Pueblo quien subrayó que garantizar la máxima participación es fundamental para la legitimidad de las elecciones.
“Si hay una baja participación, esto dará al enemigo y a otros oponentes un argumento para reconocer las elecciones como ilegítimas”, explicó, sugiriendo que Ucrania podría considerar combinar la votación en persona con la participación en línea o extender la votación durante varios días.
Críticas
Garantizar un alto el fuego se considera crucial para que se celebren elecciones en Ucrania, y Rusia ha señalado que desearía que fuera lo más breve posible, según la agencia de noticias Axios.
Olha Aivazovska, jefa del organismo de control electoral OPORA, señaló en sus redes sociales que la celebración de elecciones no debería ser parte de ningún acuerdo de paz. Argumenta que colocaría a Ucrania en el estatus de un estado con soberanía débil, dada la oposición popular a celebrarlas durante la guerra.
Las encuestas muestran que alrededor del 70% de los ucranianos quieren elecciones sólo después de la guerra, por temor a que obstaculicen la defensa y polaricen la sociedad, ya que muchos candidatos populares podrían provenir del propio ejército.
Los desafíos a la hora de organizar las elecciones podrían dar a Rusia el pretexto para calificar una vez más de ilegítimo al gobierno de Kiev, escribe Roman Kulchinski, director del medio ucraniano Texty.
Considera que, con o sin elecciones, es poco probable que Rusia renuncie a lo que muchos ucranianos consideran un intento de subyugar completamente al país.
Los cálculos de Zelenski
Los críticos de Zelenski también han sugerido que el presidente busca aumentar sus posibilidades de reelección al celebrar las elecciones antes de hacer formalmente concesiones impopulares a Rusia.
El 21,6% de los ucranianos votaría actualmente por Zelenski en la primera vuelta de las elecciones, según una encuesta de la agencia SOCIS, seguido muy de cerca por el popular ex general Valeri Zaluzhni con el 20,9%.
Sin embargo, Zelenski perdería rotundamente ante Zaluzhni en la segunda vuelta, con el 36% de los votos frente al 64% de este último. El presidente en ejercicio también perdería si Kirilo Budanov, jefe de la inteligencia militar ucraniana, sustituye a Zaluzhni como segundo contendiente.
En cualquier caso, las expectativas que muchos en Moscú y Washington tienen de que el sucesor de Zelenski pudiera estar más abierto a concesiones dolorosas son infundadas, señalan los analistas políticos ucranianos.
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Mientras tanto, la apertura a las elecciones permite a Zelenski mostrar la voluntad de Ucrania de negociar, aliviando la presión estadounidense mientras busca garantías de seguridad a largo plazo y una postura conjunta sobre cuestiones territoriales con Washington, en medio de la esperanza de que Moscú finalmente se encuentre bajo más presión para detener su agresión.





























