Un grupo de investigadores propuso este jueves en la revista Science la creación de un nuevo sistema de compensación en Estados Unidos para proteger a pacientes que resulten lesionados por el uso de implantes cerebrales, como los desarrollados por las compañías Neuralink, de Elon Musk, y Synchron.
Los expertos argumentan que, aunque estas interfaces cerebro-ordenador ofrecen beneficios para personas con condiciones como parálisis o epilepsia, también conllevan riesgos graves como convulsiones, accidentes cerebrovasculares e incluso la muerte. Actualmente, los pacientes que sufren complicaciones enfrentan grandes obstáculos para recibir ayuda o ser indemnizados.
Los investigadores proponen un sistema de compensación “sin culpa”, que permita cubrir gastos médicos y pérdidas económicas sin necesidad de demostrar negligencia por parte de los fabricantes o médicos. “Quienes prueban estos dispositivos son valientes y merecen una red de seguridad si las cosas salen mal”, expresó Judy Illes, de la Universidad de la Columbia Británica.
El planteamiento surge como respuesta al fallo de 2008 del Tribunal Supremo de EE.UU. en el caso Riegel vs. Medtronic, que limitó la posibilidad de demandar a los fabricantes si el dispositivo contaba con aprobación de la FDA. Desde entonces, solo el 12 % de las demandas similares han favorecido a los pacientes, según datos citados en el estudio.
El nuevo sistema sería financiado por los propios fabricantes y con apoyo gubernamental para empresas más pequeñas. También incluiría paneles de expertos para revisar casos complejos, aunque no eliminaría el derecho de los pacientes a acudir a tribunales si así lo desean.
“Estamos entusiasmados con el potencial de la tecnología cerebral, pero no podemos ignorar los riesgos. No podemos dejar atrás a quienes resulten perjudicados”, señaló Zelma Kiss, de la Universidad de Calgary.